Se cumplen hoy 16 de Julio, 20 años de la muerte de una de las más grandes batutas del siglo XX, el maestro Herbert von Karajan. Personaje controversial, con multitud de adoradores pero igual número de detractores, pero con un hecho innegable: los estándares y pureza del sonido emanados de las orquestas que dirigió alcanzaron niveles inimaginables y la historia del disco tiene un antes y un después del salzburgués más famoso después de Mozart.
*
Karajan adoptó diversos repertorios en sus ejecuciones típicas, entre los cuales se encontraban música de Mozart, Beethoven, Bruckner, Honegger, Strauss, Brahms, Schumann, Verdi, Wagner y Tchaikovsky. Su incursión tardía en Mahler es bien conocida y pudo dejar estupendas grabaciones de cinco de sus sinfonías.
*
Particularmente en la música de Tchaikovsky, Karajan llegó a dirigir todas sus sinfonías y sus conciertos y obras orquestales más famosos. Su ciclo sinfónico grabado en los 70`s con su eterna Filarmónica de Berlin, está ahora compendiado en un estupendo album muy recomendable para quien quiera conocer el arte absolutamente convincente de este director en este repertorio. En esta colección están incluidas las seis sinfonías (por alguna razón no se animó a ejecutar Manfredo), en interpretaciones que hoy día son referencia cuando se analizan las mejores grabaciones de cada una de las mismas. Las interpretaciones de Karajan particularmente de las tres primeras sinfonías, son especialmente buenas, transparentes, idiomáticas e inspiradas, reflejando un director y orquesta en su mejor y plena formas.
*
A pesar de haber un innegable elemento olfatorio tradicional ruso (mas no nacionalista de vanguardia al estilo de los Cinco) en todas las obras de Piotr Ilich, en sus obras tempranas se aprecia su tributo hacia el colorido emotivo y riqueza melódica heredados de la tradición centroeuropea de Mendelssohn y Schumann.
*
Tchaikovsky se embarcó en la composición de su primera gran obra de envergadura sinfónica, la 1ra sinfonía, la op.13 en 1.866. Mucho le costó al compositor llegar a abrazar una forma sinfónica convincente y la obra le costó muchísimo esfuerzos físicos y emocionales que casi lo llevan a un colapso. La obra, en probable tributo velado al pictorismo programático de Mendelssohn, fue titulada "Sueños de Invierno" (Ruso: Зимние грёзы, Zimniye gryozy), Op. 13. Este período creativo coincidía con su ingreso como profesor en el Conservatorio de Moscú. Años más tarde, en 1.883 cuando ya el compositor mantenía su extraña relación epistolar con su mecenas, madame von Meck, le escribía: "aunque en muchas maneras se trata de una obra muy inmadura, posee aún mucha más sustancia y es mejor que algunos de mis trabajos más maduros..." Tchaikovsky dedicó la obra a su amigo y colega, el pianista Nikolai Rubisntein.
*
Estructura de la obra:
Sinfonía en cuatro movimientos.-
1.- Sueños de un viaje de invierno. Allegro tranquillo
2.- Tierra desolada, tierra de neblinas. Adagio cantabile ma non tanto
3.- Scherzo: Allegro scherzando giocoso
4.- Finale. Andante lugubre—Allegro maestoso.
En el Finale Tchaikovsky usa la tonada popular "Распашу ли я млада, младeшенка" (Raspashu li ya mlada, mladeshenka) como base para la introducción y el segundo tema.
*
Composicion.-
*
Tchaikovsky comenzó la composición en marzo de 1866. Componía día y noche y comenzó a padecer insomnio y terribles jaquecas, y finalmente llegó a convencerse de que no terminaría la obra. En esos días, una interpretación muy exitosa de su Obertura en Fa llevada a cabo en St. Petersburgo, contribuyó a elevar su espíritu. Entonces se trasladó con su familia a un retiro de veraneo, por prescripción médica. A pesar del estancamiento temporal en la composición, Tchaikovsky buscó la opinión de sus antíguos mentores, Anton Rubistein (hermano de Nikolai) y Nikolai Zaremba a finales de agosto, cuando regresó a Petersburgo. Ambos personajes se mostraron hostiles a la obra y a la posibilidad de ejecutarla. Tchaikovsky entonces paró el trabajo para poder completar su primer encargo público, la Obertura Festiva sobre el himno nacional danés, para celebrar la visita a Moscú del futuro Zar Alejandro III con su nueva novia danesa. Una vez terminada exitosamente la comisión, el compositor pudo completar la sinfonía antes de navidad de ese año. La versión terminada incluyó las modificaciones solicitadas por Rubinstein y Zaremba como condición para reconsiderarla. Aun con todo, cuando el manuscrito fue reenviado a los "maestros", todavía desaprobaron la sinfonía y solo manifestaron aprobación por el adagio y el scherzo, los cuales ejecutaron en un concierto en St. Petersburgo el 23 de febrero de 1.867, sin éxito alguno (muy probablemente la ejecución fue mediocre). Desilusionado, Tchaikovsky se deslindó de la opinión de los críticos de esa ciudad y la de sus antíguos maestros. Decidió entonces descartar las revisiones y volver sobre sus concepciones originales. De regreso en Moscú, Nikolai Rubinstein decidió interpretar la sinfonía, primero por partes y luego en su integridad, en un concierto que tuvo lugar el 15 de febrero de 1.868, logrando un triunfo grandioso y contundente. Sorprendentemente, la obra tuvo que esperar 15 años para volver a ser interpretada. El compositor hizo revisiones adicionales de la obra y la versión definitiva fue interpretada en Moscú, el 1ro de diciembre de 1.883, bajo la batuta de Max
Erdmannsdörfer.
*
Tchaikovsky tardíamente en su vida confesó que no podía componer de acuerdo a las reglas estrictas de la forma sonata occidental. . Anton Rubinstein fue el principal seguidor eslavo de del cumplimiento de estas reglas en sus propias obras. Se entiende entonces la miopía del mismo en poder entender las maravillosas novedades que Tchaikovsky planteaba con su obra. Sus lenguajes eran agua y aceite. Esto no significa que Piotr Ilich fuera incapaz de escribir dentro de la "forma musical" tradicional, pero a pesar de estas "deficiencias", supo compensar estos problemas con grandes arranques melódicos y pictorismo en los desarrollos, y la experiencia del op.13 lo obligaron a tener que adaptarse posteriormente a las formas tradicionales aprobadas.
*
Las características de la sinfonía op.13 develan en primer lugar una obra profundamente romántica, de connotaciones semi-programáticas, derivadas de las sinfonías de Mendelssohn. El maravilloso primer movimiento es absolutamente descriptivo y profundamente atmosférico, con claras insinuaciones pre-sibelianas. La orquestación que en todo momento transmite en ambiente gélidamente onírico es motivo hoy en dia para maravillarnos. El segundo movimiento pareciera trasladarnos a una profundidad aun mayor del plano onírico, haciéndolo más nebuloso, y bucólico. El scherzo, aun manteniendo la misma tonalidad sombría, parece despejar las densas neblinas del adagio pero mantiene la intimidad de la experiencia onírica justo antes del comienzo de la resolución. El brillante Finale definitivamente aclara el panorama e indica un despertar y una brillante salida del sol, de una manera festiva y triunfal... ya hemos despertado del largo sueño.
*
Una de las mejores experiencias sonoras en esta sinfonía es precisamente la grabación del maestro Karajan, una vez escuchada es difícil de olvidar. El brillo y matices sonoros que Karajan le imprime a la Filarmónica de Berlin se ajustan perfectamente al contenido programático de la obra. El brillo y abandono románticos en la diversidad melódica que se despliega a lo largo de toda la partitura son motivo de admiración y la resistencia a desbocarse en pasajes de carácter, con el fín de darle un inapropiado "rusismo" a la obra, como se observa en otras grabaciones, es otro de los puntos fuertes y grandes noblezas en esta lectura única de Karajan, quien deja definitivamente un testimonio difícilmente superable.
*
Con este maravilloso ejemplar del amplio legado registrado por Herbert von Karajan, que sirva esta grabación fundamental del repertorio tchaikovskiano como homenaje a los 20 años de la desaparición del admirado maestro. Su arte siempre persistirá y prevalecerá contra cualquier juicio negativo y extramusical con los cuales se le suele atacar y vilipendiar.
*
Piotr Ilich Tchaikovsky
SINFONIA NR.1, Op.13, "SUEÑOS DE INVIERNO"
Berliner Philharmoniker
Dir: Herbert von Karajan.
(DG)
*
M-S.