domingo, 3 de julio de 2016

Centenario Max Reger (1873-1916).


Max Reger (1873-1916)
- BÖCKLIN SUITE
- HILLER VARIATIONS
Koninklijk Concertgebouworkest Amsterdam
Dir: Neeme Järvi.
(CHANDOS)
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        Otra de las joyas discográficas de Neeme Järvi.
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        Justo recién se acaba de cumplir el Centenario de la muerte del gran compositor alemán Max Reger, aún a los oídos de hoy un artista de avanzada, a quien probablemente aún su tiempo no le ha llegado. Su música suena tan absoluta y a la vez tan artesanal que sin duda pudiéramos considerarlo una reencarnación de Bach en el siglo XX.  La complejidad de su arquitectura musical y lo erudito de su contrapunto aún hoy en día plantean desafíos formidables a los intérpretes que se atreven a incursionar en semejantes terrenos. No es el todo entonces inexplicable que su repertorio aún no tenga la popularidad de Mahler ó de Beethoven entre los intérpretes, aunque algunos pasos en avance se han dado.
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       Sus obras documentan su excepcional maestría en el contrapunto, digno heredero de Bach, así como su vivo amor por las formas y por los autores clásicos. Aparece evidente una posición opuesta al Romanticismo y a sus corrientes programáticas, que llega entonces a la exasperación. Max Reger se da cuenta de la crisis planteada, pero no logra superarla, pues el desmenuzamiento del organismo musical es todavía una posición romántica. Reger penetra en lo intimo de un tema, con precisión de un microtomo, desentraña todas sus posibilidades, aun las infinitesimales; llega a las consecuencias más lejanas e imprevisibles de una forma. La vitalidad de la obra de Reger se halla en el fragmento, en una serie de episodios a menudo luminosos y floridos, pero también con frecuencia ahogados en una trama enorme e invasora. Reger ama sus divagaciones y sus búsquedas y se pierde en ellas: es la confirmación de su alma romántica con la que no puede luchar, pero que también constituye su limitación de artista.
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        Reger fué un insigne organista, y sus obras para éste instrumento sólo se pueden comparar con las grandes composiciones del Maestro de Leipzig, su música de cámara inevitablemente muestra la influencia de éste instrumento, así como las obras orquestales. El presente disco, de una notable belleza, presenta dos de sus obras orquestales más conocidas y accesibles, sus fastuosos Cuatro Cuadros de Arnold Böcklin, y sus hermosas Variaciones Hiller. La ejecución de Järvi al frente de la Orquesta del Concertgebouw, la ideal.
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M-S.