lunes, 27 de julio de 2020

#Beethoven250: Sinfonía Pastoral.


Ludwig van Beethoven
SYMPHONIE Nr. 6, Op.68, ¨PASTORALE¨
Wiener Philharmoniker.
Dir:  Karl Böhm.
(DG)
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    La Sinfonía Pastoral es una de las obras más hermosas no sólo de toda la creación beethoveniana, sino de todo el repertorio sinfónico. Su concepción está definitivamente volcada al romanticismo, con alcances programáticos que anuncian al Poema Sinfónico inaugurado por Liszt. La Pastoral fué compuesta en 1808 y estrenada por el compositor el 22 de diciembre de ese año, en el mismo concierto que incluía el estreno de su inmediata predecesora, la Quinta. 
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    La Pastoral comprende ideas musicales asociadas a elementos de la naturaleza y del campo, sin pretender ser un pictórico al estilo de Mendelssohn, ni un narrador descriptivo a la manera de la posterior Sinfonía Alpina de Richard Strauss. Según palabras del propio Beethoven ¨se debe permitir que el oyente descubra las situaciones por sí mismo... la gente no necesitará de títulos para reconocer que la intención general es más una cuestión de sentimientos que de pintura sonora¨.
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    En cuanto a grabaciones, por supuesto es de esperar que todo gran intérprete beethoveniano haya dejado su registro de ésta singular partitura. Entre las más notables se pueden mencionar la inmortal grabación de Bruno Walter con la Sinfónica de Columbia, la primera hecha por Kurt Masur con la Orquesta Gewandhaus y la mundialmente aclamada por la crítica a cargo del maestro alemán Karl Böhm al frente de la Filarmónica de Viena, seleccionada para la presente publicación.
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M-S.

lunes, 20 de julio de 2020

Todo Rach: Piano Concerto Nr. 4


Sergei Rachmaninov
Piano Concerto Nr. 4, Op. 40
Arturo Benedetti-Michelangeli, Piano
Philharmonia Orchestra.
Dir: Ettore Gracis.
(EMI)
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    Entrega del último concierto para piano de Rachmaninov.
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    Rachmaninov completó su cuarto concierto para piano en 1926. Han pasado más de quince años desde el estruendoso e incontestable éxito de su olímpico Concierto Nr. 3 y ya era bastante difícil superar semejante cota. Rachmaninov se decantó por un concierto más personal, el más abstracto y modernista de los cuatro, con usos inéditos y vanguardistas de los recursos de la tonalidad (es sin embargo la década del Wozzeck de Alban Berg, Les Noces de Stravinsky, el primer concierto de Bartók ó las Variaciones para Orquesta de Schönberg) lo cual puede explicar el escaso éxito de sus primeras presentaciones, llevando al compositor a revisarlo en tres ocasiones.  Para los conservadores el concierto debe haber parecido demasiado audaz y abstracto, pero para la vanguardia la obra seguía siendo ¨muy siglo XIX¨. La obra comparte características tonales y anímicas con el resto de partituras del último período de vida artística del compositor, la Rapsodia Paganini, la Sinfonía Nr.3 y las Danzas Sinfónicas. La versión final del Op. 40 quedó lista en 1941 y fué la ejecutada por el compositor el 20 de diciembre de 1941, secundado por la Orquesta de Filadelfia y bajo la batuta de Eugene Ormandy.
    La grabación del compositor es modélica en cuanto a la forma de abordar los retos de ésta genial partitura, sin embargo dentro de las grabaciones posteriores, de estudio y en mejor sonido, la realizada para EMI por Arturo Benedetti-Michelangeli y la Orquesta Philharmonia bajo la batuta de Ettore Gracis, cuenta por lo general con la aprobación casi unánime de la crítica especializada como grabación de referencia.
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M-S.






domingo, 12 de julio de 2020

#Beethoven250: Coriolanus, dos versiones.


Ludwig van Beethoven
CORIOLANUS, Ouvertüre, Op.62
Wiener Philharmoniker.
Dir: Leonard Bernstein.
(DG)
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CORIOLANUS, Op.62
Berliner Philharmoniker
Dir: Herbert von Karajan.
(DG)
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   Como bien es sabido, Beethoven no fué un compositor operístico, y aunque tiene un solo título en éste género, FIDELIO, bien valorado y establecido en el repertorio actual, su único esfuerzo culminado no logra los alcances de una opera mozartiana, de una opera de Rossini ó de Weber.
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   Así entonces, la mayoría de oberturas creadas por el sordo de Bonn fueron destinadas a secuencias incidentales de textos literarios (música incidental). Probablemente Coriolanus, basada en el drama de von Collin, sea musicalmente la más lograda desde el punto de vista dramático y de técnica de composición. Sus alcances son veladamente programáticos y de clara tendencia romántica, anunciando las oberturas de Schumann y los Poemas Sinfónicos de Liszt.
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   La obertura fué compuesta en 1807, destinada a ser compaginada con la entonces bien conocida tragedia ¨Coriolanus¨ del dramaturgo Heinrich Joseph von Collin. Fué estrenada ese mismo año en la residencia del Príncipe Lobkowitz, y aunque el drama de Collin está olvidado, la obertura sí se ha hecho inmortal.
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   Grabaciones de la obra existen en sinnúmero, todo director considerado beethoveniano ha dejado su testimonio en ésta partitura, sin embargo de entre varias de las grabaciones famosas que existen, algunas adolecen de no seguir las indicaciones rítmicas y métricas señaladas por Beethoven (Furtwängler, Reiner, Klemperer). Las grabaciones más recientes han tenido la tendencia a ralentizar los tiempos, dando margen a que los momentos de tensión y drama afloren, así como las pausas calculadas.
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   Les presento dos grabaciones famosas y relevantes y que bien valen la pena ser comparadas. En primer lugar Leonard Bernstein con la Filarmónica de Viena. Grabación expansiva, cautivante y atenta a la persecución del drama incidental, con un sonido orquestal adecuadamente empastado, rubatos moderados y menos atento al detalle fatuo, elementos típicos del Bernstein maduro, mucho más interesante que el impetuoso joven de sus años al frente de la Filarmónica de New York.  En seguida y en contrapropuesta, la grabación de Herbert von Karajan del año 1966 al frente de su Filarmónica de Berlín. Grabación modélíca, con una orquesta de brillo diamantino, ejecución precisa, detallada, y aunque la duración de la ejecución es prácticamente similar a la de Bernstein, los momentos de drama y tensión parecieran ir a expensas de una agilidad superior de los berlineses. Sin duda la mejor de cuantas grabó Karajan y quien luce menos interesante en sus grabaciones posteriores de la obertura. Comparación por demás cautivadora, considerándose dos directores en cierto modo antítesis y rivales.  En archivo anexo las dos grabaciones en cuestión.
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M-S