RVW: Sinfonía Nr. 9

Ralph Vaughan Williams

SYMPHONY Nr. 9

London Symphony Orchestra

Dir: Bryden Thomson.

(CHANDOS)

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     Arribamos a la última sinfonía de RVW, como última entrega de su ciclo homenaje.

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     Vaughan Williams compuso su Sinfonía Nr. 9 ya de 83 años, entre 1956-57. Se trata de una obra de vanguardia, con muchos avances armónicos y de orquestación de los que es capaz un compositor en la cúspide de sus poderes creativos, sin embargo la atmósfera ambígua y enigmática que impregna la obra, oscilante entre pasajes pacíficos y pastorales y bruscos momentos de violencia primitiva, le impidieron una fácil digestión por parte del público pero sobre todo de la crítica desde el momento de su estreno, el 2 de abril de 1958, con Malcolm Sargent al frente de la Real Orquesta Filarmónica. Según se relata, la obra fué más recibida con respeto y veneración que con entusiasmo.

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     Con los años la obra ha conquistado el espacio que se merece como obra maestra que es. La primera grabación de la 9na es la de Adrian Boult, y es bien conocido que durante éstas sesiones de grabación el compositor muriera el 25 de agosto de 1958, sin finalizar algunas revisiones que había emprendido. La Novena gozó de mejor suerte en los Estados Unidos, tras su estreno en Carnegie Hall a finales de ese mismo año a cargo de Leopold Stokowski, cuya grabación es también de referencia. Aunque la obra no tiene un programa confeso literal y subyacente, sí parece reflejar un programa tácito que expone los claroscuros de la naturaleza humana, con vistas retrospectivas a un pasado oscuro (las dos grandes guerras mundiales) y luego una vista de vuelta hacia un futuro esperanzador. La obra ha ganado su puesto a medida que se entiende mejor éste contenido programático.

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     En cuanto a grabaciones modernas, la presente grabación del relevante ciclo de Bryden Thomson es otra excelente referencia, para quien busque nivel artístico acompañado de los mejores estándares de sonido. Una buena muestra muestra para finalizar éste paseo que hemos hecho por las nueve sinfonías de RVW.

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M-S.

 

Khachaturian: Piano Concerto.

Aram Khachaturian

PIANO CONCERTO, Op.38

Peter Katin, Piano

London Symphony Orchestra.

Dir: Hugo Rignold.

(EVEREST)

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    El Concierto Op. 38 de Khachaturian es sin duda uno de los grandes conciertos para piano del siglo XX.  Su originalidad, complejidad sin pretensiones, colorido y estilo tan propios lo han hecho desde su estreno uno de los más desafiantes del repertorio, tanto para solistas como para las orquestas. A pesar de su rango como obra maestra no tiene la popularidad del Nr.1 de Tchaikovsky ó del Nr.2 de Rachmaninov.

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    Khachaturian compuso la obra en 1936, por lo que es una obra más o menos contemporánea con la Sinfonía Nr.5 de Shostakovich. La misma fue escrita para el pianista Lev Oborin, quien la estrenó en Moscú, el 12 de julio de 1937, con Lev Steinberg al frente de la Filarmónica de Moscú. El éxito del concierto le abrió las puertas al compositor para el reconocimiento internacional. Pronto el concierto se hizo caballito de batalla en occidente para pianistas como Moura Lympany, pero sobre todo para el tristemente malogrado William Kapell, quien tiene entre varias una inmortal grabación hecha con Koussevitzky en Boston.

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     La obra está estructurada en tres movimientos. El primer movimiento es el más tradicional, siguiendo la forma sonata y el que más permite las salidas virtuosas del solista. El segundo movimiento, a la manera de intermezzo, se despliega en un ambiente elegiaco y fantasmagórico, ambiente al que contribuye el uso absolutamente novedoso de una ¨sierra musical¨ (musical saw) que crea un sonido oscilante característico que indica bruma y misterio espectrales. Es un momento musical inolvidable. El Finale implanta un cambio anímico oscilante entre lo brillante y festivo y lo más reflexivo e introspectivo, introduciendo embriones de melodías de presunto orígen armenio, llegando a una coda que cierra el concierto de modo triunfal al mejor modo brahmsiano. 

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      En cuanto al uso de la ¨sierra musical¨ en el segundo movimiento como indica el compositor, al no ser un instrumento nada común (y hasta peligroso), en ocasiones se utiliza en su lugar un flexatone ó un vibráfono para lograr un sonido parecido, aunque en algunas grabaciones simplemente se ha omitido cualquiera de éstos instrumentos.

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     No existen demasiadas grabaciones del Concierto de Khachaturian. De entre las referencias históricas tenemos a la grabación pionera de Moura Lympany con Anatole Fistoulari (LSO) y a las grabaciones de William Kapell, sobresaliendo la ya mencionada grabación de 1946 con Sergei Koussevitzky. Oborin lo grabó ese mismo año con Mravinsky al frente de la Filarmónica Checa. Entre las grabaciones modernas probablemente la referencia siga siendo la magnífica grabación de Alicia de Larrocha acompañada de Frühbeck de Burgos. De la era del stereo temprano sobresale la grabación hecha por Peter Katin y Hugo Rignold al frente de nuevo de la Sinfónica de Londres (1959). Grabación portentosa, ajena a exhibicionismos y con una magnífica sonoridad del movimiento central, aunque no tengo la información precisa, parecieran usar en ésta ocasión el flexatone, con una tonalidad más aguda que la sierra musical. Grabación de colección y con excelente sonido reprocesado por EVEREST. 

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M-S.

Fantasía Tallis.

Edward Elgar

IN THE SOUTH

Ralph Vaughan Williams

FANTASY ON A THEME BY THOMAS TALLIS

THE WASPS, OVERTURE.

Bournemouth Symphony Orchestra

Dir: Constantin Silvestri.

(EMI)

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      Grabación modélica de la célebre Fantasía Tallis de RVW.

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M-S.

Alfvén: Sinfonía Póstuma.

Hugo Alfvén

SINFONÍA Nr. 5  (versión completa revisada)

Royal Stockholm Philharmonic Orchestra

Dir:  Neeme Järvi.

(BIS)

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      Finaliza con ésta entrega el ciclo homenaje al natalicio 150 de Hugo Alfvén.

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       La Sinfonía Nr. 5 es el último esfuerzo sinfónico de Alfvén y la obra que le llevó mayor tiempo de gestación y mayores dificultades para lograr una versión a su juicio satisfactoria. La primera versión fue concluida en 1953. La misma fue estrenada el 14 de abril de ese año, con la Sinfónica de Gotemburgo, bajo la batuta del director húngaro Carl Garaguly.  Alfvén se mantuvo revisando la obra hasta su muerte en 1960, sin haber podido escuchar una ejecución de la versión revisada. La presente grabación del magistral ciclo de Neeme Järvi es la pionera, con apenas una o dos competidoras que han salido desde entonces.

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      La Quinta en la versión que ha llegado hasta nosotros representa sin duda un avance en la técnica y estilo de composición de Alfvén. La misma está desplegada en los tradicionales cuatro movimientos y recoge temas presentados en el magnífico ballet ¨Bergakungen¨ ya presentado en éste espacio. Se trata de una obra que refleja distintos y contrastantes estados de ánimo, con momentos de alta intensidad dramática. Un primer movimiento muy elaborado y de gran fuerza, sucedido por un Andante de hermoso lirismo; un siniestro Scherzo de gran originalidad y sonoridad con especial trato de la percusión. Finalmente, una prolongada conclusión que se despliega en modo triunfal, en el típico lenguaje posromántico escandinavo, con reminiscencias nielsenianas. Se necesita de una orquesta comprometida con ésta música para lograr una interpretación que no naufrague, y por supuesto Neeme Järvi no decepciona en ésta empresa. Sin haber escuchado aún la más reciente grabación de Niklas Willen en Naxos, la de Järvi suena aún magnífica, teniendo en sus manos a la orquesta ideal, por lo que  puede ser tomada aún como la referencia para ésta magnífica obra.

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M-S.