sábado, 16 de mayo de 2009

Shostakovich y sus tres últimas sinfonías de muerte. (Parte III y final)


LA SINFONIA NR.15
La carrera musical de Dimitri Shostakovich se puede considerar un permanente pero accidentado camino de ascenso, avanzando siempre sobre una inestable y traicionera cuerda floja. Considerado por todos como el compositor oficial del régimen soviético, su relación con el mismo y con sus jerarcas siempre estuvo signada por la ambigüedad y una permanente contradicción, que gracias a una inteligencia sobresaliente le permitió mantener con pocas variaciones una independencia creativa, aunque fingiera adaptarse y acoplarse a los mandamientos y lineamientos del así llamado “realismo socialista” impuestos por los ideólogos y censores del régimen. En este vaivén de oleadas de idolatría y de caídas en desgracia se mantuvo el maestro hasta la muerte de Stalin, en 1.953.
Tras la muerte del implacable sátrapa, Shostakovich ganó al fín para su vida personal y creativa un margen de mayor seguridad y de independencia. Adquiere entonces un lenguaje musical personal, íntrospectivo y sombrío, lo cual se tradujo en una serie de obras cuyo lenguaje cifrado es el tema de la muerte. No deja de haber similitud con el ánimo del Beethoven de los últimos años, absolutamente sordo y volcado hacia su mundo interior a través de sus últimos cuartetos de cuerdas. De igual modo, Shostakovich plasma toda esta protesta, pena, dolor y amargura acumulados durante tantos años a través de sus sinfonías y cuartetos.
Las tres últimas sinfonías corresponden al período final de vida de Shostakovich, y se pueden considerar una trilogía porque las une un mismo tipo de lenguaje y de ánimo, que las hacen sus obras más íntimas, circunspectas y enigmáticas que haya creado. Corresponden a un genio ya consumado y seguramente agobiado de dolencias físicas y espirituales producto detantos años de vida bajo el férreo yugo soviético, pendiendo muchas vecessu existencia misma y la de sus seres queridos de un delgado hilo. Comenzaré de manera deliberada mi análisis de adelante hacia atrás.
Su última Sinfonía, la Nr.15, (uno de los verdaderos grandes sinfonistas de la Historia que logró romper la siempre acechante maldición de la 9na) es una obra llena de simbolismos, enigmas y retrotracción que sin duda dejan al que la escucha por primera vez, por lo menos en un estado de desconcierto. La primera vez que yo la escuché me hacía la pregunta ¿Donde está el Shostakovich epopéyico de las grandes 5ta, 7ma y 8va? Subestimé durante algún tiempo estas tres sinfonías, pero el conocer y escuchar y escuchar me han hecho apreciarlas al grado que realmente merecen. La 15 es una obra maestra, y sólo un gran director puede interpretar y transmitir todo el misterio, enigma, metalenguaje y claves cifradas que encierra esta maravilla. Por demás, al igual que sus dos predecesoras, no es una obra interpretada por directores con cierta reputación shostakoviana que sí lo han hecho con sinfonías más conocidas y populares. .
La obra fue compuesta en Julio de 1.971, en Repino, sitio de descanso del compositor. Se estrenó en Moscú el 8 de enero de 1.972 bajo la batuta de su hijo, Maxim. Al no haber un libreto inspirador de su música, como en sus cuatro antecesoras, se considera la primera obra no programática de su autor compuesta desde la décima (1953). Su primer movimiento (Allegretto) resalta por el uso de la percusión y la flauta, lo que al inicio recuerda el ambiente de una juguetería que poco a poco va mostrando en sus estanterías juguetes cada vez más siniestros. Van surgiendo paráfrasis y parodias a melodías conocidas como la obertura Guillermo Tell de Rossini y otros embriones melódicos que van creando una especie de rompecabezas y la atmósfera se torna cada vez más oscura y agobiante, hasta que entramos en el segundo movimiento, un adagio de una economía magistral, pero que nos mantiene en las mismas profundidades. A continuación, el scherzo, realmente un allegretto postmahleriano que representa a la melodía estridente de un violín y una seguidilla, de una forma macabra que eriza los pelos a cualquiera. A pesar de su brevedad es un momento cumbre de la música occidental y es tal vez la respuesta de Shostakovich a los modernistas, demostrándoles que aun se puede llegar a extremos manteniéndose en la tonalidad. Finalmente la conclusión, un adagio donde se regresa al ambiente del primer movimiento, aunque de una forma más lúgubre, más simple y en decrescendo, con alegorías al Wagner del Crepúsculo de los Dioses, la sinfonía se va apagando lentamente, a cargo de la percusión, como un corazón que deja de latir.
En líneas generales he considerado también que una lectura idónea de esta obra debe estar a cargo de una orquesta y director rusos, y ciertamente Mravinsky, Kondrashin y Rozhdestvensky tienen muy buenos registros. De las grabaciones hechas en occidente sepueden considerar modélicas a las de Haitink y Järvi. Sin embargo, el grado de perfección de una orquesta rusa sin la menor duda lo logró un director que indiscutiblemente es uno de los dueños de esta obra: Kurt Sanderling. De orígenes alemanes, Sanderling, emigró a la URSS en1936 y se nacionalizó. Su estilo y escuela son particularmente rusos, y logró el milagro de hacer sonar como una gloria a una orquesta que particularmente no tenía mucha resonancia en estecompositor: la Orquesta de Cleveland. Los músicos tocan con una inspiración y una disciplina increíbles, llevando la partitura en sus venas, y sólo un gran director puede lograr algo como esto. Se trata de mi gran favorita y una de las más recomendadas por especialistas que analizan esta obra. Con esta obra finaliza la gran trayectoria de quien con justicia la Historia señala como el último Gran Sinfonista.

Sinfonía Nr.15, Op.141
The Cleveland Orchestra
Dir: Kurt Sanderling
(ERATO)

4 comentarios:

Mahlerite-Shosta dijo...

http://www.4shared.com/file/58077652/92f6cf04/Shostakovich_-_Symphony_Nr15_-_Sanderling_-_The_Cleveland_Orchestra.html

Sierra dijo...

Qué gran descubrimiento de blog.

Amanscur dijo...

Que extraordianrio relato de este post, me dejó con una sensación de deber de bajar esta sinfonía para escucharla por vez primera.

Felicitaciones por tan buen post

Mahlerite-Shosta dijo...

Creo que no te arrepentirás de la decisión tomada.