Horst Stein, gran director alemán, falleció en julio del pasado año, noticia que no dejó resonar mucho fuera del ámbito musical europeo. Stein, uno de los directores de orquesta más importantes del siglo XX, murió a los 80 años en su casa de Suiza, según informó la Orquesta Sinfónica de Bamberg, la que fuera su casa durante muchos años y de la que fue una de sus más grandes e insignes batutas.
Stein, quien fue director además en los prestigiosos Festivales de Bayreuth y también de la famosa Orchestre de la Suisse Romande, era admirado en todo el mundo por su trabajo artístico, la intensidad de sus interpretaciones y su capacidad de identificación con las piezas musicales.
Desde 1986, el maestro de la obra de Richard Wagner y Richard Strauss se subió más que ningún otro director a la "Colina Verde", como se llama al renombrado teatro de Bayreuth.
En ese certamen dirigió las óperas "Parsifal", "El anillo de los nibelungos", "Tannhäuser", "Tristan e Isolda" y "Los maestros cantores de Núremberg". En total estuvo al frente de 138 presentaciones en Bayreuth.
De 1985 a 1996 ejerció como director general de la Orquesta Sinfónica de Bamberg, periodo en el que dirigió unos 500 conciertos tanto en Alemania como en el extranjero. Su carrera comenzó como director de orquesta en la ciudad alemana de Wuppertal. De ahí pasó brevemente a la Ópera estatal de Hamburgo y en 1955 llegaba a la Ópera Estatal del Berlín oriental. Tras ello regresó al oeste de la Alemania dividida y en 1964 se convirtió en director general y de ópera del Teatro Nacional de Mannheim.
En los 70 su éxito continuó hacia Hamburgo y en 1980 se convirtió en director musical y de orquesta de la Suisse Romande de Ginebra. Ahí siguió hasta 1985, fecha en la que se trasladó a Bamberg. Padre de tres hijos, Stein era además miembro de honor de la Staatsoper de Viena y de la Orquesta Sinfónica de Tokio NHK.
Su partida a la eternidad deja otro profundo y lamentable agujero en el firmamento de la última generación de los tradicionales Kapellmeister, que va cediendo paso ya completamente a las nuevas generaciones de directores, no siempre afortunadamente.
Como muestra de la integridad de su arte, una de las obras en que era especialista, la hermosa Sinfonía Alpina, de Richard Strauss, y cuya grabación compite con cualquiera de las que se consideran como referencia, por ejemplo Karajan ó Haitink.
M-S.
1 comentario:
http://www.4shared.com/file/102937693/e53f209a/Strauss_-_Alpensinfonie_-_Stein.html
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