Dimitri Shostakovich
SINFONIA NR.13, Op.113 "Babi Yar"
Artur Eizen, Bass
RSFSR Academic Russian Choir
Moscow Philharmonic Orchestra
Dir: Kirill Kondrashin
* * * * *
LA SINFONIA BABI YAR
---------------------------
Pocas obras han creado tanta expectativa, conflictos y pulsos de poder en su torno a su estreno como lo hizo Babi Yar, la Sinfonía Nr.13 del genio soviético. Pensada originalmente como una Cantata basada en poemas de Yevgeny Yevtushenko, fue finalmente planteada como una Sinfonía Coral y estrenada en Moscú, el 18 de diciembre de 1.962 con la Filarmónica de Moscú, dirigida por Kirill Kondrashin.
Con la Sinfonía Nr.13 comienza el período final introspectivo en la vida creativa del gran maestro, continuado con las sucesoras 14 y 15, que se vuelca hacia los rincones más sinuosos, recónditos y oscuros del alma humana y que recogen algunas de las páginas más conmovedoras de toda la historia de la música del siglo XX.
El contenido potencialmente subversivo de los poemas de Yevtushenko que dan letra a parte de la obra, de alta crítica al antisemitismo impostado y tácito por parte del régimen comunista, ya habían encendido las alarmas en los altos círculos de la "intelligentsia" soviética, estableciéndose una censura previa, que inhibió por ejemplo al director Evgeny Mravinsky de atreverse a dirigir la obra, como de naturaleza se hubiera pensado. De igual modo, los tres primeros barítonos seleccionados para el estreno uno tras otro fueron renunciando, y finalmente Vitaly Gromadsky fue el cuarto candidato y definitivo intérprete de la premiere, aquel memorable 18 de diciembre. Dos días después quedó registrada la inmortal grabación de la obra en el sello Russian Disc, disco que actualmente es materia de un milagro conseguir, y a nivel de coleccionistas se vende usado a precios inauditos.
Babi Yar fue una provocación bien pensada, calculada y deliberada. Por fín Shostakovich sentía que había alcanzado un lenguaje que balanceaba realmente sus pensamientos con lo que decía a través de su música. Para finales de los 50´s ya se consideraba al compositor como un genio universal, y su posición, si bien no era invulnerable, estaba mucho más afianzada y segura que bajo el yugo del implacable sátrapa Stalin. Ya para 1.962 eran pocos los que se atrevían a poner dudas, objeciones o correcciones a su música. Sin embargo, desde el gobierno se hizo presión para que se cambiara la letra de las partes vocales, y así Yevtushenko tuvo que hacer modificaciones y no hacer referencias abiertas que pudieran sugerir antisemitismo en la URSS. Asímismo, se prohibió a orquestas soviéticas interpretar la obra fuera del país. En lo sucesivo, las interpretaciones serían las de la versión revisada (censurada).La obra traspasó las fronteras soviéticas en 1.970, cuando se permitió a Kurt Masur interpretarla con la Gewandhaus de Leipzig. Masur hubo de pedir permiso al partido comunista alemán para interpretarla, y se le autorizó a hacerlo siempre y cuando no fuera en Berlin. La obra se conoció en Occidente a partir del estreno dado por Eugene Ormandy con la Orquesta de Philadelphia. Se cuenta que subrepticiamente, Rostropovich, amigo de Shostakovich, pudo filtrar la partitura a través del telón de acero y llevarla a Occidente. Como se puede ver, las aventuras en torno a esta sinfonía son comparables a lo que sucedió con la difusión de la Sinfonía Leningrado.
La Sinfonía está compuesta en cinco partes, cada una de las cuales es una canción orquestal. Los poemas a los cuales Shostakovich pone música son de índole vernácula y pretende cubrir con ellos cada aspecto de la vida soviética. La estructura es la siguiente:
1.- Babi Yar (Adagio): es el movimiento que da el nombre y tema a la obra. Se basa en el poema de Yevtushenko, donde se hace crítica del nacionalismo ruso y del antisemitismo imperante, llevado por otras vías por el régimen soviético. La inspiración aparente es un homenaje que se hace en memoria a las víctimas de las horrendas masacres perpetradas por los nazis en el barranco de Babi Yar, en las afueras de Kiev.
2.- Humor (Allegretto): basado en el poema de Robert Burns llamado “MacPhersen antes de su ejecución” se amplifica la idea de Yevtushenko exaltando el espíritu de la burla, siempre inmortal y siempre resucitado.
3. En la Tienda (Adagio): este movimiento resalta las penurias de las mujeres soviéticas y sus quejas hacia las fallas del gobierno en distribuir las necesidades materiales básicas de la gente.
4.- Temores (Largo): aca se toca el tema de la represión por parte del Estado. Son notables en esta sección los efectos de la orquesta, la percusión y particularmente la tuba, que hace evocación de los “arrestos de medianoche”, retrotrayéndose hacia el mundo de la mahleriana 4ta Sinfonía.
5.- Una Carrera (Allegretto): este memorable final saluda a grandes hombres como Galileo y Tolstoy, quienes lograron reafirmarse frente a falsos cargos impuestos por el Estado… “Y sin embargo, se mueve”. Se critica a la unanimidad robótica del pensamiento y el lenguaje satírico adquiere los matices de la 8va Sinfonía y del cuarteto de cuerdas Nr.6… Magnífico final.
La grabación presentada acompañando a estas líneas es modélica en cuanto a fidelidad al lenguaje shostakoviano, en la cual director, orquesta, coros y solista se unen en una estructura musical inexpugnable. La fuerza y poder incisivo de la orquesta lucen implacables, los coros a la vieja usanza rusa se oyen con transparencia impactante y el solista de esta grabación, hecha en 1.967, Artur Eizen, supera en poder de convicción a Gromadsky, aquel valiente que la cantó cinco años antes. Dirigió de nuevo Kondrashin su Filarmónica de Moscú, resultando ser el verdadero dueño de esta obra. El célebre director la grabaría de nuevo posteriormente con la Orquesta de la Radio de Baviera, con un muy eficiente John Shirley-Quirk, pero que no alcanza el nivel de Eizen. Un saludo al maestro por haber dejado un documento histórico tan importante.
Portada del disco de la primera grabación de 1.962, cantada por Vitaly Gromadsky, las más escalofriante vista en disco alguno.