Se ha ido el Gran Maestro, y todo el mundo de la Gran Música hoy lo llora.
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Se veía venir, pero no por ello el impacto emocional deja de ser intenso. Casi quince años de lucha contra un cáncer de estómago, al que logró mantener a raya y que nunca le hizo dejar caer la batuta, en una olímpica lección de vida. Hoy finalmente se marcha el Gran Maestro a seguir haciendo Música en la eternidad.
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Lo recordaremos no sólo como un gran intérprete de los más diversos repertorios, desde el clásico hasta el más vanguardista, sino como un forjador y formador de orquestas. No sólo las grandes agrupaciones orquestales del mundo lo tuvieron como titular, asociado ó invitado, sino que excelsos ensembles como la Gustav Mahler Jugendorchester, la Mozart Orchestra y la Orquesta del Festival de Lucerna, son producto de su iniciativa.
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La discografía que deja Abbado es amplísima y vaya que ha ayudado a generaciones de melómanos a amar la Música en otras dimensiones y a vivirla con inusitadas intensidades. Sus conciertos en video demuestran en todo momento a un director comprometido completamente con la música y con el apego a la partitura. Nunca olvidaré aquella 6ta de Mahler en Lucerna, donde después de un cataclismo sinfónico sin parangón, al concluir la obra y tras un silencio sobrecogedor, un Maestro, agotado y conmovido derrama unas lágrimas de satisfacción por la muestra de perfección lograda, logro que sólo alcanza quien realmente ha llegado a la cumbre de la verdadera grandeza.
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Descanse en paz, querido Maestro, gracias por el inmenso legado musical que nos deja. Durante éste mes entero del 20 de enero al 20 de Febrero, ARPEGIO se dedicará a un homenaje permanente a la obra musical de Claudio Abbado, una de las últimas grandes batutas del siglo XX.
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M-S.
3 comentarios:
Es una lamentable pérdida. Era uno de mis directores favoritos. Jamás me decepcionó en ninguna obra. La mejor cuarta sinfonía de Tchaikovsky que he escuchado (y tengo unas once versiones con lo más grandes interpretes) es de él precisamente.
Gracias querido amigo. Precioso recuerdo.
Justo homenaje. Descanse en paz, maestro Claudio Abbado.
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