domingo, 27 de mayo de 2012

Viaje de Invierno.


Franz Schubert
WINTERREISE
Dietrich Fischer-Dieskau, Bariton
Jörg Demus, Piano.
(DG)
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        Dietrich Fischer-Dieskau, a quien seguimos homenajeando por su lamentable partida, fue entre otras cosas el Rey del Lied schubertiano. Su tono, timbre y melodía en los Lieder de Franz Schubert no tienen comparación. La hermosa colección de Lieder "Winterreise" (viaje de invierno), siempre estuvo dentro de su repertorio principal, grabándola varias veces. Probablemente esta grabación de antología para DG sea de todas la más inspirada e instrospectiva.
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        Continúa de esta manera nuestra serie de entregas a la memoria del Gran Barítono del Siglo XX.
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M-S.



domingo, 20 de mayo de 2012

La Faceta Mahleriana de Fischer-Dieskau.



Gustav Mahler
DAS LIED VON DER ERDE
Fritz Wunderlich, tenor
Dietrich Fischer-Dieskau, bariton
Wiener Symphoniker
Dir: Josef Krips
(DG)
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    En homenaje al arte del gran barítono del siglo XX, Dietrich Fischer-Dieskau, recientemente desaparecido.
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     Aunque en general poco relacionado con Mahler, Fischer-Dieskau tuvo siempre atracción particular por el especial mundo plasmado por Mahler en DAS LIED VON DER ERDE, dejando en registro una memorable grabación oficial al lado de James King, y dirigidos nada menos que por Leonard Bernstein, al frente de la Filarmónica de Viena, para el sello DECCA.
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     Reciente y felizmente, el sello DG ha logrado rescatar y restaurar de los archivos del director Josef Krips la grabación hoy presentada, grabación monoaural tomada de un concierto en vivo, del 14 de junio de 1964, con Josef Krips dirigiendo en el Wiener Musikverein, no la Filarmónica, sino la Sinfónica de Viena (Wiener Symphoniker), y con la especialísima combinación de voces de unos jóvenes Fischer-Dieskau y Fritz Wunderlich, ya para ese momento artillería pesada.
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     El trabajo de rescate y digitalización de la cinta magnetofónica ha sido formidable, logrando en el CD una  transferencia con sonido más que decente, quedando una extraordinaria evidencia de la versatilidad de la voz de Dietrich Fischer-Dieskau, el homenajeado de estos próximos días.
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     Finalmente, tenemos a la mano una evidencia adicional de la maestría de la batuta del gran Josef Krips, verdadero Kapellmeister vienés, que aunque para la época no gozaba de la fama de un Klemperer ó un Karajan, sin duda podemos catalogarlo como "The Third K".
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      Esperando sea del agrado de los visitantes.
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M-S






viernes, 18 de mayo de 2012

Dietrich Fischer-Dieskau (1925-2012)... IN MEMORIAM.


  Adiós al Gran Barítono del siglo XX.


Berlín.- El barítono y musicólogo alemán Dietrich Fischer-Dieskau, considerado el mejor intérprete de "Lieder" del siglo XX, murió hoy poco antes de cumplir los 87 años en Baviera, informó su familia.

"Tuvo una muerte tranquila", contó a la agencia dpa su mujer, la soprano Julia Varady, que lo acompañó hasta el final en su casa en las montañas cerca de la localidad de Starnberg.

Nacido en Berlín el 28 de mayo de 1925, Fischer-Dieskau estaba considerado una de las figuras artísticas más importantes de la posguerra alemana por su trabajo como cantante, musicólogo y escritor, reseñó DPA.

En 1948 grabó por primera vez el ciclo de "Lieder" "Winterreise" (Viajes de invierno") de Franz Schubert. Con ésa y otras versiones de "Lieder" de Gustav Mahler o Carl Löwe se convirtió en uno de los grandes responsables de la difusión del género en todo el mundo.

Con una voz diáfana y una imponente presencia escénica quedó también inmortalizado por interpretaciones operísticas como el Wolfram von Eschenbach de "Tannhäuser", el Papageno de "La flauta mágica" o el conde de "Las bodas de Fígaro".

Hasta su retiro en 1992 dejó más de 400 discos y un repertorio de más de 3.000 "Lieder".

Se trataba de un "artista excepcional", sostuvo hoy el primer ministro de Baviera, Horst Seehofer. El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, lo calificó como "uno de los principales cantantes" de nuestro tiempo.

El cantante será enterrado en Berlín en un acto con su entorno familiar más cercano.


El Universal

jueves, 10 de mayo de 2012

Un grande pero olvidado violinista: Roman Totenberg (1911-2012)


Ernest Bloch
VIOLIN CONCERTO
Roman Totenberg, Violin
Wiener Staatsopernorchester
Dir: Vladimir Golschmann
(VANGUARD).
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     El día de ayer falleció a la prodigiosa edad de 101 años el violinista de orígen polaco Roman Totenberg. Sin haber gozado de la fama ni las candilejas que sí disfrutaron un Oistrakh, un Heifetz, un Francescatti ó un Stern, fue un artista de primera categoría, comprometido con su arte. Deseamos dejar una muestra discográfica de su repertorio, en homenaje a su desaparición física... IN MEMORIAM.
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     The Telegraph (08-05-2012)
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"He gave important premieres of works by Hindemith, Copland and Milhaud, while in Britain he was a popular soloist in the 1950s, displaying dynamic energy at the Wigmore Hall and virtuosity at the Festival Hall.
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Roman Totenberg was born in Lódz on New Year’s Day 1911 (“Easy to remember, 1-1-11”), the son of an architect. He moved with his parents and elder sister to Warsaw and then Moscow where, one day, his dinner consisted of the head of a horse that had died of starvation. A neighbour was concertmaster at the Bolshoi and gave young Roman his first violin lessons. During the Russian Revolution, “Comrade Totenberg” was soon giving recitals to communist chiefs in exchange for crumbs of food (“White bread!”).
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Returning to Warsaw in 1921, Totenberg studied with Mieczyslaw Michalowicz and was soon appearing with the Warsaw Philharmonic. He met Karol Szymanowski, visited the pianist Rudolf Firkusny in Prague and moved to Berlin. By the age of 11 he was teaching his first pupil.
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Many years later he recalled Menuhin’s Berlin debut (of which Einstein famously remarked: “Now I know there is a God in Heaven”). “Terribly impressive, really a kind of playing that came from nowhere,” was Totenberg’s verdict. Twice a week he had lessons with Carl Flesch, and in 1932 he won the Mendelssohn Prize. On a visit to Warsaw he spent a month teaching the young Ida Haendel.
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After a cousin was beaten by the SS in Berlin, Totenberg moved to Paris, where he worked under George Enesco. At his official debut there in 1935 he gave the premiere of Hindemith’s Sonata. Milhaud was in the audience and would eventually write a concerto for him.
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Later that year Totenberg was heard in London and America . In Washington he gave the National Symphony Orchestra’s premiere of Beethoven’s Violin Concerto, while at the White House Eleanor Roosevelt served him dinner sitting on the floor and Vice-President Garner didn’t wear shoes.
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He toured South America with Arthur Rubinstein in 1937, turned pages for Fritz Kreisler in Paris, and was ordered to walk backwards offstage after performing for King Victor Emmanuel III of Italy.
Soon Paris also felt unsafe and, in 1938, Totenberg settled in New York, forming the Alma Trio with the pianist Adolph Baller and the cellist Gabor Rejto. He also played for Broadway shows and gave numerous recitals, including the premiere of a Sonata that Copland had written for him.
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His London concert in November 1952, with the clarinettist Gervase de Peyer and the pianist Theo van der Pas, was billed as the “reappearance of the celebrated violinist”. And in 1957 his Brahms and Beethoven programme with Claude Frank “really caused the listener to sit up and listen to each work as if with new ears”. After his last British recital, at the Queen Elizabeth Hall in 1971, he was affectionately described as an “Old Master”.
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Totenberg joined Boston University, Massachusetts, in 1961. “You learn a lot more than the students do,” he quipped. He returned to Moscow in 1998 as a juror in the Tchaikovsky Violin Competition, visiting the house by the Kremlin where his mother had once fed him horse meat.
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Modest to a fault, Totenberg refused to say that his playing had improved over the years. “You simply play differently at different times of your life,” he said on his 95th birthday. And still he carried on teaching; hours before he died he was coaching a student in the Brahms Violin Concerto. “Slow down,” he told her.
Roman Totenberg married, in 1941, Melanie Shroder, who died in 1996. He is survived by their three daughters, with whom he enjoyed at least one seaside holiday with the Stravinskys."
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M-S