Ludwig van Beethoven
VIOLIN CONCERTO Op. 61
Roman Totenberg, Violin
Poznan Philharmonic Orchestra
Dir: Stanislaw Wislocki
(HELIODOR)
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Continuamos con nuestro ciclo homenaje a la obra de Ludwig van Beethoven, en el marco de #Beethoven250, con una de sus obras más queridas e inspiradas.
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El Violinkonzert, Op.61 es una de las obras más poéticas y aristocráticas de cuantas compuso Beethoven para instrumento solista y orquesta. Quien lo aborda esperando un festín de virtuosismo y acrobacias con el arco va a resultar seguramente decepcionado. Por el contrario, la fortaleza y atractivo del concierto radican en su sobriedad germánica, su nobleza espartana y sus tonalidades aristocráticas, sin caer en los excesos del concierto virtuoso consagrado por Paganini. La obra fué comenzada por Beethoven en 1806 y terminada (para variar) justo
antes de su estreno, el 23 de noviembre del mismo año. La Premiére tuvo lugar
en Viena, bajo la ejecución del celebrado violinista Franz Clement.
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Clement era para la época uno de los músicos más
virtuosos y celebrados de Viena. Discípulo de Haydn, tuvo una brillante carrera
ascendente desde muy joven que lo llevó a tocar y luego dirigir en la Opera
Imperial. Beethoven no escapó al grupo de notables que quedó impactado por la
maestría de Clement, llegando más adelante a encomendarle la dirección del
estreno de la Sinfonía Heroica. Para 1806, fué Clement quien pidió a Beethoven
que le aportara un Concierto para Violín, para ser presentado en un importante
concierto a beneficio. Beethoven accedió, pues respetaba profundamente a
Clement y era uno de los pocos músicos de quien estaba dispuesto a recibir una
crítica. El concierto, como era usual en Beethoven, fue concluido a último
minuto, con poquísimo tiempo para ensayarlo y gracias a la prodigiosa memoria
de Clement, la Premiere se salvó de terminar en desastre. La reacción del
público fue tibia, no sólo por los huecos dejados por la improvisación, sino
por la longitud del concierto y sus alcances de inusual sinfonismo, elementos inconcebibles para la época. Luego de un par de interpretaciones más, la obra
no volvió a ser ejecutada sino hasta 1844, cuando otro prodigio, Joseph
Joachim, lo volvió a tocar en Leipzig bajo la batuta de Mendelssohn. El éxito
en ésta ocasión fue estruendoso, abriendo la entrada definitiva del Opus 61 en
el repertorio estándar de los grandes conciertos para violín.
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El concierto marca como buena obra beethoveniana hitos históricos en el
género, pues introduce innovación. En primer lugar resulta llamativo
el despliegue de un gran concierto a partir de una economía musical de simplicidad espartana. El violín siempre mantiene su protagonismo pero sin efectuar lucha
ni oposición contra la orquesta, el trabajo en armonía los hacen sinfonizarse.
La longitud del concierto, que para la época pudiera haber sido un problema,
hoy nos parece promedio al conocer la longitud de un concierto romántico.
También a diferencia de otros conciertos, el de Beethoven permite flexibilidad
a la hora de incluir cadenzas, desde las originales del compositor, hasta las
variaciones personales del propio intérprete, muy resaltante hacia el final del
primer movimiento y hacia la coda del último. Hoy en día no queda duda de la
absoluta grandeza de ésta obra.
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Como obra obligatoria del repertorio
básico, el concierto cuenta y goza de numerosas lecturas y
grabaciones que le hacen total honor. Todo gran violinista ha dejado su huella personal tocando éste
concierto. No se pueden dejar de mencionar los inmortales registros de Menuhin con Furtwängler, de Heifetz con Munch, Francescatti con Mitropoulos ó de Perlman con Giulini, incluyendo el preferido de quien escribe, el de Szeryng con Schmidt-Isserstedt, ya publicado hace algunos años en éste Blog. Como novedad y conociendo que por acá rondan admiradores del gran violinista Roman Totenberg, les comparto su interpretación del Opus 61 secundado por el notable director polaco Stanislaw Wislocki, al frente de la Orquesta Filarmónica de Poznán, registro cincuentoso tomado de un raro LP y transferido a mp3 de calidad aceptable. Lectura diáfana y de gran nobleza, expresiva pero sin amaneramientos. Esperando lo disfruten como lo he disfrutado yo.
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M-S.
1 comentario:
https://mega.nz/file/c090RISY#eMAkEOirh_9oPJyU8rnFR6YTLa1EAcYWwvYhtb4WXLs
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