miércoles, 26 de noviembre de 2025

Sinfonías de Scriabin: Discografía Recomendada.


El caso de Scriabin es uno de los más particulares del sinfonismo ruso, pues siendo indiscutiblemente un compositor posromántico no se alínea ni con Tchaikovsky ni tampoco con el estilo nacionalista de ¨Los Cinco¨ y sus herederos. Su modernismo tonal, de gran originalidad, mira sin embargo a las masas sonoras wagnerianas y al impresionismo de Debussy. Siendo su obra eminentemente pianística, su catálogo orquestal es más bien reducido, pero bastante resonante. Dentro de él cinco obras orquestales catalogadas como sinfonías y bien diferentes una de la otra. Hagamos un paseo por una grabación ideal de cada una, tomando en cuenta calidad artística y sonora.  


La Sinfonía Nr. 1 ¨Himno al arte¨ es una obra en seis movimientos, cuyo último de los mismos es un coral profano dedicado ¨Al Arte¨ y donde la analogía con la 9na de Beethoven es inocultable. La obra fue estrenada en 1900, por lo que puede ser considerada una de esas grandes obras que marca el principio del siglo XX. La misma goza de una riqueza orquestal elaborada y requiere de grandes exigencias para el movimiento final, tanto a nivel de orquesta como de los solistas vocales y del coro. Habiendo buenas grabaciones provenientes de tierras autóctonas (Svetlanov, Fedoseyev...) resalta sin embargo y casi por opinión unánime la extraordinaria grabación de Riccardo Muti con la Orquesta de Philadelphia, en una rendición perfecta, hecha con total respeto por la partitura, con la orquesta de Ormandy rozando el cielo, solistas y coros totalmente convincentes. Es la 1ra que hay que poseer.



La Sinfonía Nr.2, compuesta en 1901, es la más tradicional de las sinfonías de Scriabin. Es una obra totalmente orquestal y está distribuida en cinco movimientos, aunque estructuralmente se pueden diferenciar cuatro partes, siguiendo el patrón sinfónico clásico. Las ideas cíclicas y usos de leitmotiv pueden sugerir influencias de la Sinfonía Nr. 5 de Tchaikovsky, de Wagner y de la Sinfonía en Re menor de César Franck.  Desde el punto de vista de escritura orquestal es su composición más ambiciosa. En cuanto a grabaciones, el legendario registro de Evgeni Svetlanov, ya presentado en ARPEGIO es un evento discográfico irrepetible, genialmente enfocado y planificado, aún con sus retoques percusivos que en ningún momento suena intrusivo. Un CD de colección, mejor aún si es la reimpresión del sello REGIS.


Scriabin se embarcó en su Tercera entre 1904-05. La Sinfonía Nr. 3 lleva nombre propio y se llama ¨El Poema Divino¨. Aunque va en cuatro partes (Introducción y tres movimientos), la continuidad entre ellas le permite ser considerada a su vez como un Poema Sinfónico, añadido al hecho de haber un Programa de índole filosófica que lo inspira.  Es una obra que en cuanto a discografía ha contado con mejor suerte que sus dos predecesoras, habiendo un puñado de excelentes grabaciones de entre el cual elegir. La extraordinaria grabación de Giuseppe Sinopoli al frente de la Fil. de New York para DG resulta en una fórmula de conciliación entre las diversas corrientes interpretativas. Sinopoli, poco o nada asociado a Scriabin, se compromete de lleno con la partitura, haciendo una lectura profundamente analítica y que disecciona de forma impresionante todos los aspectos de ésta música. La Filarmónica responde maravillosamente a los requerimientos del director, con excepcional fuego, colorido y precisión, logrando un resultado totalmente convincente y con una sensación de unidad y continuidad admirablemente naturales. Una excelente alternativa a cualquiera que se tenga como favorita. 


El ¨Poema del Extasis¨ es realmente y sin duda un verdadero Poema Sinfónico, aunque el compositor mismo se haya referido a él como su Sinfonía Nr.4. Fue compuesto entre 1905 y 1908 y está claramente inspirado en las ideas teosóficas en las que ya se hallaba inmerso Scriabin. Es una obra originalísima, dotada de gran belleza y riqueza orquestal.  Al igual que sucede con el ¨Poema Divino¨ la obra goza de una excelente discografía. Leopold Stokowski fue desde el principio uno de los más fervientes defensores de la obra, teniéndolo como caballito de batalla a través de todas su carrera artística y con al menos cinco grabaciones en su haber.  En una presentación de la obra en Filadelfia en 1919, con Stokowski en la batuta, llegó a llamar la atención de parte del público que abandonaba la sala durante la ejecución. Stokowski sostenía que se trataba de ¨una de las piezas mejor organizadas y una de las más complejas de la polifonía orquestal existente¨.  Las grabaciones de Stokowski reflejan su total compromiso y entendimiento de la partitura, siendo todas sus grabaciones auténticos portentos. Sin embargo a mi juicio creo que destaca una increíble ejecución hecha para el sello DECCA con la Orquesta Filarmónica Checa, resultante en un registro sonoro irrepetible, y disponible en esa legendaria tecnología Phase 4 Stereo.
 

   Llegamos finalmente a Prometheus ¨Poema del Fuego¨, última obra orquestal de Scriabin. Compuesta entre 1909 y 1910, es también en realidad un Poema Sinfónico, creado en su versión estándar para Piano y Orquesta.  Se basa en el mito de Prometeo, el titán, y musicalmente recopila toda la formación filosófica, mística y habilidades orquestales del compositor, incuyendo su habilidad para la sinestesia. Una grabación particularmente representativa y caleidoscópica de la obra es la hecha por Viktoria Postnikova, secundada por su marido, Gennadi Rozhdestvensky, en una lectura tremenda, sensual y maravillosamente balanceada, requisito indispensable para una ejecución correcta. Todo esto en el mejor sonido que nos ofrece por lo común el sello CHANDOS. 

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