Después del recorrido hecho a través de la serie ¨Todo Rach¨ y de haber explorado toda la discografía importante de sus sinfonías, me atrevo nuevamente a dejar una ¨discografía ideal¨ con una grabación a conservar de tener que quedarme con una sola. Incluyo sus tres sinfonías numeradas, su sinfonía coral ¨Las Campanas¨ y sus Danzas Sinfónicas, que en conjunto se pueden considerar como una sinfonía.
La Sinfonía Nr.1, Op.13 es aún un anatema para muchos intérpretes, aún desde su malogrado estreno, de allí que no existan demasiadas grabaciones que le hagan verdadera justicia a tan original partitura. Edo de Waart ha sido uno de los campeones indiscutibles de la música de Rachmaninov, con dos ciclos orquestales en su haber, el clásico de Philips hecho en Rotterdam y uno más moderno, digital, hecho con la Orquesta de la Radio Neerlandesa, editado por el sello EXTON. Destaca en éste ciclo precisamente la Op.13, maravillosamente trabajada, imbuída asertivamente en los claroscuros de la partitura, con la correctísima atención a los maravillosos elementos de la percusión que destacan en la obra (timbales, tam-tam...) sin desatender los demás departamentos de la orquesta. El resultado es magnífico. Es un ciclo difícil de conseguir, pero que bien vale la pena su búsqueda.
La Segunda, la monumental Op. 27 es sin duda la obra sinfónica más popular de Rachmaninov. Las grabaciones pioneras adolecen casi todas de la retorcida costumbre de usar versiones recortadas. A día de hoy no cabe duda en que sólo deben considerarse grabaciones de la versión completa. La grabación legendaria de André Previn (EMI, 1973) es la primera grabación de estudio hecha de la versión íntegra y se mantiene irrebatiblemente hasta la actualidad como grabación de referencia. Ejecución sin fisuras, objetiva sin caer en apasionamientos melodramáticos, sin perder por eso garra emotiva y con la correcta atención a todos los detalles que indica el compositor en la partitura. Es la de elección.
Con la Sinfonía Nr.3, Op.44, la elección pudiera prestarse a más dificultades por la variabilidad entre interpretaciones. Como he leído por ahí, el secreto para hacer una buena Tercera es no tocarla como si fuera la Nr.2, principio con el que coincido. Por supuesto siempre tendremos que irnos al patrón original dejado por el propio compositor a través de su grabación hecha con la Orquesta de Filadelfia, pero con un sonido entendiblemente poco competitivo. La grabación comercial de Stokowski, quien la estrenó, tuvo que esperar hasta el final de la carrera del director para ser realizada. Siendo una de mis favoritas hay que señalar que hay retoques e intervencionismo marca de la casa que no la hacen ideal. De entre un puñado de buenas grabaciones considero que sobresale especialmente la grabación hecha por Paul Kletzki al frente de la Orchestre de la Suisse Romande. Es una grabación con todos los ingredientes necesarios para ser tomada como referencia: paleta orquestal delicada y caleidoscópica; atmósferas de magia perfectamente logradas; fraseo impoluto y uso desinhibido pero siempre apropiado del rubato. El sonido, el mejor de DECCA para la época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario