Ludwig van Beethoven
KLAVIERKONZERT Nr. 3, Op. 37
Sviatoslav Richter, Piano
Wiener Symphoniker
Dir: Kurt Sanderling.
(DG)
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Continuamos el ciclo homenaje a #Beethoven250 con su tercer concierto para piano y orquesta.
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Los primeros bocetos del Concierto Nr. 3 datan de 1797, pero el grueso de la obra no fué completado hasta 1800, continuando con revisiones permanentes hasta su estreno en Viena, el 5 de abril de 1803, con el compositor como solista. La inspiración mozartiana es permanente a lo largo de la partitura, compartiendo la misma atmósfera trágica y clarividente de los conciertos Nrs. 20 y 24 de su antecesor.
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Como solía suceder en las composiciones de Beethoven, llegó el día del estreno y a la obra le faltaban aún revisiones. El principal discípulo, colega y secretario del compositor, Ferdinand Ries, llegó al estudio de Beethoven a las 5 de la mañana y lo encontró sumergido en correcciones a la partituras, preguntándole: - ¿ En qué está trabajando? - ¡Trombones! - respondió Beethoven. El único ensayo se pudo llevar a cabo a las 8 de la mañana. Según relata Ries, los músicos ya estaban extenuados y hambrientos a mitad de la tarde, salvando el conato de naufragio el Príncipe Lichnowski, quien donó el almuerzo para los músicos. El concierto comenzó a las 6 de la tarde, con Beethoven como director y solista y se salvó la partida gracias a la prodigiosa memoria e improvisación del compositor de las partes solistas y cadenzas.
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A pesar de las permanentes reminiscencias mozartianas que revolotean en la obra e incluso el compartir tonalidad en do menor con el K.491, el Op. 37 de Beethoven es poderosamente original, llevando adelante todas las posibilidades tonales y expresivas propias de un concierto definitivamente romántico y cuyo género no recibiría probablemente impulsos similares hasta los conciertos de Schumann y Liszt.
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Aún con los niveles de complejidad y dificultad que plantea el concierto, existen en la discografía suficientes grabaciones que le hacen honor. Mi grabación preferida es la que hoy les presento, con la dupla Sviatoslav Richter/Kurt Sanderling y la Sinfónica de Viena (no la Filarmónica), dejando uno de los registros más límpidos y de más poder telúrico germánico que se pueden escuchar. Una joya discográfica editada pocas veces por Deutsche Grammophon pero que afortundamente fué incluída en su edición homenaje a Richter.
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M-S.
1 comentario:
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